Por la noche o en la madrugada, suele verse en el campo. Y menudo susto nos pegamos.
La primera
impresión es que se trata de una rata gigante, pero este animalito no es ni
pariente lejano de esos feos roedores. Se trata de un marsupial, como el
canguro, con la cola fina, larga y
prensil, como el mono, y el cuerpo cubierto de pelos, como un perro. Aunque no
es más grande que un gato, su presencia asusta; sin embargo, rara vez se
muestra agresiva.
Para descansar, sus
lugares preferidos son los huecos de los árboles, los espacios entre rocas o
troncos, los nidos o madrigueras de
otros animales y los espacios cerrados y oscuros como los galpones.