De manera libre, podrás expresar tus pensamientos y
emociones sin que nadie te ponga límites. Auto conocerse es algo muy positivo:
podrás escribir sobre experiencias personales y evaluarlas desde nuevos puntos
de vista.
Si tu creatividad está aletargada, con las propuestas de un
taller podrás experimentar diferentes estilos, géneros y técnicas narrativas.
Vas a mejorar tus habilidades de comunicación escrita y también oral al interactuar con tus compañeros de taller.
La escritura requiere tiempo y dedicación; de esa manera, aumentarás
la disciplina y tu capacidad de concentración.
Al crear personajes en diversas situaciones y ponerte en sus
zapatos, desarrollarás una mayor empatía y comprensión hacia los demás. Tus
historias también pueden influir y tocar a otras personas, que agradecerán la
inspiración y el consuelo que les brindas.
A veces, es necesario investigar para el desarrollo de una
historia. De este modo, aprenderás y profundizarás sobre temas diversos y
mejorarás tu memoria.
Las historias incluyen un conflicto que requiere una
solución. Así desarrollarás tu capacidad para resolver problemas de manera
creativa.
Si te gusta contar cuentos o te dedicas a esta actividad de
manera profesional, una historia de tu propia imaginación, sin duda, atraerá
más aún la atención del público.
Finalmente, la escritura creativa es una actividad muy
placentera y puede regalarte una gran satisfacción personal. ¿Acaso hay algo más
gratificante que crear mundos y personajes fantásticos y jugar con ellos?
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