Para todos mis amigos narradores, este poema de Alejandra Oliver Gulle que refleja lo que todos sentimos. Brindo por ustedes y especialmente por vos, mi querida Ale.
Marita
viernes, 20 de marzo de 2015
jueves, 19 de marzo de 2015
Diccionario de Narración Oral
Aca está, renovado y ampliado. Mi colaboración: la palabras "adaptar"- |
http://narracionoral.es/index.php/es/biblioteca/revista-el-aedo |
domingo, 8 de marzo de 2015
Los verbos: concordancia y algo más
*
Concordancia: En las oraciones subordinadas, el tiempo del verbo tiene que
concordar con el tiempo de la oración principal.
Por ej.: -¿Por qué te vas?
-El jefe me dijo que fuera a comprar algo.
No es correcto: -El jefe me dijo que vaya a comprar algo.
Si “decir” está en pasado, “ir” también tiene que estar en pasado, aunque el sujeto todavía no haya realizado la acción.
* Las formas hay, había, hubo, etc. del verbo “haber” usado impersonalmente, no tienen plural.
No debe decirse: “Hubieron dificultades.”
Por ej.: -¿Por qué te vas?
-El jefe me dijo que fuera a comprar algo.
No es correcto: -El jefe me dijo que vaya a comprar algo.
Si “decir” está en pasado, “ir” también tiene que estar en pasado, aunque el sujeto todavía no haya realizado la acción.
* Las formas hay, había, hubo, etc. del verbo “haber” usado impersonalmente, no tienen plural.
No debe decirse: “Hubieron dificultades.”
martes, 3 de marzo de 2015
Casa de cambio (Cuento)
Marina era maestra de tercer grado en una escuela a
diez cuadras de su casa. De lunes a viernes salía temprano, con el tiempo justo
para hacer el recorrido a pie, tranquila, sin ningún temor a llegar tarde. Para
ella, era la mejor manera de empezar el día absolutamente relajada, después de
un ejercicio que, sin duda, le hacía muy bien.
El grupo de alumnos que le había tocado ese año no
era nada fácil: muchos chicos tenían dificultades de aprendizaje; un par de sinvergüenzas
se dedicaba a molestar a los demás; un nene con serios problemas familiares no
lograba adaptarse al grupo, ni a ella, ni a la escuela. En fin, Marina llegaba
exhausta a la hora de salida y no había caminata que lograra calmar su estado
nervioso. Solo la soledad, el silencio y la tranquilidad de su casa conseguían
el milagro.
lunes, 2 de marzo de 2015
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