lunes, 27 de enero de 2014

¿Cómo se escriben los números?

Recordemos lo que nos enseñaron en la escuela primaria. Los adjetivos numerales dan la idea de número. Se clasifican en cardinales (uno, dos, tres…), ordinales (primero, segundo…), múltiplos (doble, triple…) y partitivos (medio, tercio…).

Debemos saber que:

Ø    Después del veintinueve, todos los cardinales se escriben separando sus partes. Ej.: treinta y ocho; cincuenta y dos; novecientos cuarenta y cinco, etc.

Ø    Después de décimo, los numerales son undécimo, duodécimo (y no doceavo, que es partitivo), décimo tercero y así sucesivamente.

Ø    Si hablamos del 50º aniversario, se dice quincuagésimo y no cincuenta aniversario; sí es correcto decir “el aniversario número cincuenta”, que nos va a resultar más fácil.

Ø    ¿Y el 75º cumpleaños?: nada más ni nada menos que el septuagésimo quinto. Claro que si hablamos así nos van a mirar raro, así que es mejor hablar de la buena señora que festejó sus setenta y cinco años y lo hacemos más fácil, ¿verdad?

Ø    En los textos literarios, los numerales se escriben con letras y no con números, salvo cuando se trata de años calendario (1949, 1985, 2005…) o cuando, por algún motivo, se quiere destacar ese número; en los textos informativos, en cambio, se utilizan los números o los numerales según el tenor de la información.

Ø    En los textos informativos, la hora y los minutos se separan por un punto (no dos) y NUNCA se coloca la palabra “horas” después, porque es redundante.
        Ej.: Salió a las 15.30; volvió a las 18.00.

Quiero compartir con ustedes algo que encontré en la casa de mi mamá (Y espero que ella no se enoje por esto). Es una carta que le escribió mi papá para su cumpleaños. Abajo verán la fecha.




Amor mío:
    Hoy es un día de gloria. En tus 18 años hay un vago perfume de violetas y el colorido de nuestros claveles predilectos. ¡Blancura de una aurora que se anuncia gloriosa!...
    ¡Quién pudiera detenerte en esta edad extraordinaria! Dentro de unos años, serás también feliz en este día, mas no serás la misma, ya que en la rueda del tiempo no hay segundo igual a otro segundo ni vibra en la emoción el mismo arpegio.
    Hoy sientes alegría en tu alma y áureo resplandor en tu cerebro.
    ¡Quién pudiera aprisionar estas horas, plenas de satisfacciones y de sentimientos, que guardarás en el cofre de tus recuerdos!
    ¡Chelita!: que florezcan los rosales sin espinas y aromen para ti todas las flores.
    Tuyo
        Carlos
                                                                                                            Marzo 31 – 1942


Mi papá tenía veinte años cuando escribió esta carta. ¿Se imaginan a un chico de esa edad ahora, escribiéndole así a su novia? ¿No? ¿Por qué? ¿Porque estaría pasado de moda y lo verían como un ridículo? ¿Por qué se acabó el romanticismo? ¿O porque no sabría hacerlo?
Sí, yo sé que hay chicos que escriben maravillosamente bien, no lo dudo, pero ¿cuántos son?
A mi papá –debo aclararlo- jamás se le dio por escribir poemas ni cuentos; ni siquiera era un gran lector. Solo había terminado el colegio secundario.
¿Qué pasó con la enseñanza de nuestra lengua? ¿Tendrá arreglo?

Marita von Saltzen

1 comentario:

  1. Que hermosa carta la de tu papá Marita. ¡Ojalá pudieran escribir así los chicos de 20 años de ahora!

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